Un domingo fatídico (Parte 1).

“Me pare con el pie izquierdo.”

Fue mi primer pensamiento por la mañana; era domingo y mi eterna resistencia a levantarme temprano me pedía que me quedara en cama, a lo menos otros 5 minutos, pero le dije: “No, por que voy a perderme el juego de mi chica”. Tal vez hubiera sido buena idea hacerle caso.

“Ay no! Me pare con el pie izquierdo. Espera, espera, yo creo en eso? Con que pie me paro todos los días? Siempre me paro de este lado de la cama (Izquierdo), o no? Y además, por que le estoy dando tanta importancia a esto… chale, estoy hablando solo.” Disculpen, la sarta de estupideces, pero mi cerebro no funciona particularmente bien por las mañanas. En fin, me cambie y me puse mis jeans grises, esos me gustan mucho, ya están totalmente madreados y tienen hoyos, y se ven como de vago, si, pero me gustan mucho. Además me los regalaron y la verdad es que yo nunca hubiera tomado unos jeans grises del estante, pero la verdad-verdad es que por lo general, lo que no me gusta nada termina gustándome mucho.

Salí de mi cuarto y me dirigí a la puerta mientras mi madre me soltó un: “Que ganen.” Supongo que es un mensaje para Ana, me dije. Total, me subo a Larry (Larry es mi coche) y lo enciendo. Green Day estaba en el CD pa’ variarle un poco, lancé el ultimo bostezo del día y me dirigí a mi destino, el deportivo Molina. Ella juega en una liga de Volleyball, y casi siempre la voy a ver jugar los domingos, es padre ver a tantas chavas y señoras que le gusta el deporte, a otras tantas que mas o menos y a otras tantas que no, pero como no tienen nada que hacer en su casa supongo que se olvidan un poco de su cocina, marido e hijos. Total, iba pasando vallejo cuando de repente un coche se me empareja, trato de ver con el rabillo del ojo y alcanzo a ver que es una patrulla. “Que chingados quiere?!” Trate de fingir demencia lo más que pude y seguí avanzando ya que los guardianes de la ley no contaban con altavoz. Avance un poco mas y decidí no acelerar para evitar broncas, total que me hicieron con señas el ya clásico: “Orillese a la orilla”, vale madres, algo me decía que tenia que fugarme y hacer todo un pancho digno de una persecución gringa, igual y con un poco de suerte me seguirían los helicópteros y mi persecución fuera elegida en algún programa barato con nombres como: “Las persecuciones mas idiotas del mundo 2” ó “Rápidos y Furiosos: Ahora en el mundo Real”. Me orille y me pregunte cual seria el motivo que inventarían para detenerme y tratar de ganarse un bolillo extra para la noche.

-Buen día joven

-Joven al de los tacos pendejo (Obviamente solo lo pensé). Buen día, me limite a contestar.

-Me permite sus papeles?

-Aja… -A ver que chingados quiere este imbecil, no hice ni madres! Todo en mi coche esta bien, jajaja. Maldito perro de chit.-

-Gracias. Eh… por que no ha verificado su coche?

-Silencio-

-Todavía no le toca- Dije mientras que por dentro me estaba llevando la chingada.

-Si mire, para terminación uno son los meses de abril y mayo.

-Puta! Puta! PUTA MADRE!!! Vale madres, soy un pendejooooooooooooooo!!!! Me di de topes en el volante le pegue al tablero y destroce la caja de pañuelos. (Obviamente todo esto en la privacidad de mi mente) Y hoy que no traigo pinche dinero para comprarlo al infeliz… ahorita me va a pedir lana, estoy seguro.

-Lo siento señor pero va a tener que acompañarnos al corralón.

Y entonces Don Poli se fue rumbo a la patrulla así nomás, con todo y mis documentos. Y después de maldecir mucho mas, me detuve un instante a reflexionar y me dije: “Queeeeeeeee? Un poli honrado??? Ay guey! Que sigue? Legalizaran las drogas? Ah, que ya se aprobó verdad?”

Penosamente encendí el coche y comencé a seguir a la patrulla, mientras me preguntaba que chingados iba a hacer. No pasaron ni 3 minutos cuando la patrulla se orillo y el otro poli se bajo (Siempre vienen en parejas y eso siempre ha sido, es y será, hasta el fin de los tiempos. Amen.) Para llegar a mi coche y decirme:

-Se te paso verdad? Es que si, luego pasa, pero como ves si lo solucionamos de una vez?

-Que no traigo un puto peso pendejo! Que no leíste mas arriba???

-Hijole… pues ni modo. Ahí hablas con el comandante.

-(Voz de idiota) Ahí hablas con el comandante… En la noche voy a hablar pero con tu P&7@ Madre Imbecil!!!

Seguimos el camino rumbo al corralón y llegamos al lugar no sin antes parar a otros dos desprevenidos. Hasta parecía pinche fila india!

-Pta, Que hago, que hago, que hago!!! Solo necesito recuperar mi tarjeta de circulación, la licencia que se la queden al fin que ya va a expirar, ja!

Y mientras hacia mis planes de infiltración y saqueo, los cuales incluían explosiones en calles cercanas para que todos los polis fueran a ver que pasaba, cables que sujetaban mi cuerpo para descender hacia el cajón de los documentos sin tocar el suelo y cambio de placas automático desde un botón de mi tablero mi turno para pasar con “El comandante” había llegado y todas mis aventuras se esfumaron.

“El Comandante” es el clásico policía gordo, viejo y que ni el mismo sabe por que diablos esta ahí, aunque de seguro su aliento huela a suela de zapato, aparte de ser un pendejo, y lo se, aunque no tenga el (Dis)gusto de conocerlo.

-Mira, si gustas puedes pagar la multa ahorita o te hacemos tu inventario y tu coche va al corralón.

-Jajajaja! Ssssssi pendejo! Te pago ahorita para que te quedes con la lana, no pinche gordo feo? (Si, también lo pensé. Pero lo dije! Lo dije, tal vez no ahí en el momento, pero que tal en un universo paralelo, eh! Así que no se burlen.)

-Como ves?

-Y de cuanto es la multa?

- De 1800 pesos…

-Fuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuck….

“Todo se derrumbo dentro de mi. Dentro de mi.

Hasta mi aliento ya, me sabe a hiel. Me sabe a hiel.

Mira mi cuerpo como se quiebra.

Mira mis lagrimas como no cesan por tiiiiiiiii…”

Continuara…

-st.JC!