New York, New York...

Ahora entiendo porque tantas películas han sido grabadas en sus calles, porque hay canciones acerca de esta ciudad, porque la gente que ha ido allá habla puras cosas buenas… ahora lo entiendo.

Esta ciudad si son de las que se deben de poner en la lista de “must” que un día debemos de ver, en verdad, es una ciudad espectacular. Luces multicolores de las carteleras de Broadway, todas las pantallas del Times Square, los miles y miles de taxis amarillos abarrotando las calles de la ciudad.

Estuvimos en un hotel bastante ubicado, mi novio se puso guapo con el hotel, justo al lado del edificio que yo pienso es el más bello del mundo “Chrysler Building”… que es más hermoso en vivo y a todo color, que en las fotos. Toda la arquitectura Art-Deco, es bello por las mañanas y más hermoso aún por la noche.

Subir al Empire State te da una hermosa vista de todas las zonas de New York, es en verdad impresionante. La verdad me esperaba encontrar muchisima gente para subirlo, porque me habían dicho que era un poco tardado, pero tuvimos suerte y subimos super rápido.

No voy a mentir, la quinta avenida me decepciono un poco, no sé, me la imaginaba diferente… pero el Macy’s de la 34 St., ese si es increíble son como 7 pisos con un buen de cosas para ver, ropa, accesorios, perfumes, bla, bla… ya saben todas las cosas en las que a las mujeres nos encanta embobarnos.

El caso fue que no practique mi inglés, pues la verdad que a cada establecimiento que entras hay alguien (o todos) que hablan español. El último día que estaba ahí, observe muchas banderas de México, puestecitos de banderas, así como en el D.F en pleno mes patrio. Pues cuando veo hay un desfile de celebración por el día de la Independencia de México… no se imaginan la cantidad de mexicanos que había, no muchos yo diría un chin&%. Pero pues así como en el Zócalo, señoras vendiendo tlayudas, palomitas, chicharrones y TAMALES.

Creo que mis ojos se iluminaron como nunca, tamales oaxaqueños (en hoja de plátano ufff). Me acerque rapidísimo para preguntar el precio, aunque en verdad así me soltarán el “diez pesos” (cabe mencionar que todos le decían pesos a los dólares), pues ni bronca los iba a pagar, un tamalito que se veía súper bueno, bien valía la pena. Pero no el sablazo no fue de tanto, el tamalito costaba $2.50 dólares. Había de mole, verdes, rojos y de rajas) opte por el de Rajas, y pues no me hacia muchas esperanzas acerca del sabor, pero pues al final tuve la gran sorpresa de que me supo a gloria, aunque eso si las rajitas estaban picositas y termine toda enchilada, pero muy feliz.

En pocas palabras ver la Estatua de la Libertad, caminar por Broadway, Chinatown (como si en verdad estuvieras en China), Little Italy, Wall Street y ver todos esos rascacielos, fue increíble, muy cansado porque solo estuvimos 4 noches y caminamos tanto, pero bien valió la pena.

Ahora vienen las vacaciones grandes, así que ya les estaré dando un poco más de reseñas (o más bien) platicando mi experiencia en las ciudades que visite. Hasta la vista.

Leto.