Resurgiendo

“El amor es lo más parecido a las mentiras. Justifica y opaca a la razón, por derecho o torcido que parezca. No requiere de justificaciones, se reproduce a la menor provocación y exige todo el crédito del mundo. Además de que nadie o casi nadie puede vivir tranquilo en su total ausencia.”
Violetta R. Schmidt.

Así es, cuántos de nosotros, estimados lectores, no hemos sufrido por amor? Ufff, yo creo que todos o casi todos (Y al que no le haya pasado, que envidia me da).

Los dolores de amor creo que son los que más causan problemas al mundo. Y desde todas las épocas y tipos de literatura... Porque, cuando se escribe de amor, casi siempre vendrá acompañado con su parte proporcional de tragedia, odio, traición y una lista bastante larga de sentimientos que nos llevan a un caos total. Pero aún así no importa cuántos intentos, malas pasadas, fracasos, mil tormentos se pasen o que tanto uno como ser humano sufra, nosotros tratamos de continuar y continuar con la búsqueda de la persona ideal, perfecta (A los ojos de uno claro).

Esa capacidad de resurgir entre las cenizas de un desamor es una de las capacidades que me asombran del ser humano. Siempre (O casi siempre) estamos dispuestos a levantarnos y seguir la búsqueda del amor… Son de los fenómenos que nos hacen volvernos luchadores y que nos demuestran de una gran forma las posibilidades que tenemos de recuperarnos y sanar heridas.

Como bien dicen: “Si no te mata, te hace más fuerte”

Y puse el ejemplo del amor, porque es una forma de explicar la manera en que nos podemos reponer a mil y una situaciones de la vida cotidiana, ya sea en el ámbito laborar, familiar, de amistad, etc, etc. Nunca darnos por vencidos (Ya sé que me estoy escuchando “Club del Optimismo” pero es la verdad). Porque ponernos una venda en los ojos y aferrarnos a sufrir cuando esta vida es tan cortita y nos pasa rapidísimo?

Hay que disfrutar al máximo, divertirnos, reírnos… habrá muchos tiempos de mi#$%a, pero hay que saber ser pacientes y esperar por los tiempos mejores, que bien valdrán la pena.

Las personas son importantes en nuestra vida, más no indispensables para seguir viviendo así que la vida sigue… por malo que se escuche, en verdad que a veces nuestros problemas no son nada comparados a otras personas, en alguna otra parte del mundo en donde la gente sufre día a día calamidades inimaginables, sufren de hambre, de pobreza, de guerras, etc. Pero ahí siguen luchando cada día más y más. Porque bien saben que siempre habrá tiempos mejores…

PD. Esa manera de pensar se la agradeceré siempre a mi santo guardián (St. JC). No me dejes sola ni de noche ni de día.

-Leto.