miércoles, 7 de julio de 2010

El borrego de actualidad





Después de una larga ausencia reaparecemos. Ahora si creo mi compañero y yo andamos medio ocupados, o al menos, nos ha hecho falta la inspiración para escribir. En mi caso les diré que si me encuentro una vez más en sequía. Tal vez se debe a que regrese por unos meses a mi hermoso México y estoy disfrutando mucho de estar por aquí, disfrutar a la familia, amigos, comida y todas esas cosas bonitas que uno extraña cuando esta lejos de casa. Aparte debo de admitir que a veces tengo muchas ideas en la cabeza, pero no sé que pasa y no las puedo plasmar en letras. 


En esta entrada no les vengo a presentar algo de mi inspiración directa, sino más bien un reportaje que leí y la verdad que me pareció bastante simpático. Ya que muestra mucho de la realidad (que al menos yo) he notado continuamente, así que no me extiendo más y paso a transcribirles lo que "A.R.SANCHEZQ" publicó:

"Me deprime no tener un abdomen perfectamente marcado. Me purga no haber estudiado (todavía) una maestría innecesaria en una Universidad chacalona de Canadá, Nueva York o París. Saber que en mi garage no me espera un Passat me deprime todas las mañanas. No tener la menor idea de qué trata Lost, quienes son "los otros" y por qué demonios todos hacen tanta alharaca porque la estúpida serie terminó, me pone de pésimo humor. Lo mismo con 24. La última película que pude ver en el cine fue Crazy Heart y apenas vi Up hace una semana en video. Para seguir viviendo en una sociedad necesito ver Iron Man 2, Kick Ass, Furia de Titanes, The Road...
Creo que invertiré todo el tiempo de mis próximas vacaciones en ponerme al corriente con Hollywood. Y con el cine de arte. Veré toneladas de éste. Directores con nombres impronunciables, coreanos, árabes, checos, Gus van Sant, Atom Egoyam, toda la filmografía de Woody Allen. Zelig, tan buena que es y yo me quedé dormido mientras la veía. Es imperdonable. Un verdadero crimen. Soy un asno. Soy menos que un asno. Un remedo de asno. Y lo peor es qye todavía no tengo un iPad. De preferencia el más grande. Y toda la colección de publicaciones de Haruki Murakami. Odio no haber leído Norwegian Wood. Nadie que se digne a ser alguien puede vivir sin Murakami. ¿ De que voy a hablar ahora que me meta al club de lectura de los Martes, precedido del dominó con mis amigos de los Lunes y antes del curso de enología al que hipotéticcamente pienso inscribirme los Miércoles? De no ser así, ¿cómo sabré distinguir un vino joven, juguetón, amaderado y con tonos frutales de uno robusto, seco, de buena persistencia y con rico final que tiene maridaje con carnes rojas y salsa de tomate? ¿ Cómo podré tener algo de qué hablar en la oficina/ escuela/ reuniones sociales sino compre boletos para ver a Muse, Artic Monkeys o a Paul McCartney? ¿Cómo voy a ser alguien si no fui  a Coachella, no tengo boletos para Austin City Limits, Bonnaroo y ni siquiera me alcanzó para el pinchisimo Vive Latino? Al menos tengo una Mac.

La infelicidad mediática es la enfermedad de nuestra era: no nos deprime ser incapaces de hacer algo, sino no poder hacerlo y tenerlo todo. La especialización y los nichos nunca han sido una opción. Los tiempos modernos, nos exigen ser un genuino hombre renacentista. Tomar tres litros de agua diario. Ser deportistas (mamarrachada que aún así me parece más verosímil que el catolicismo), leer 40 libros al año, andar en bicicleta, saber de cine, música, televisión, arte e ir a la ópera y saber en que momento gritar "Maestro!!". Saber de football. Beber vino y poder distinguir entre un shiraz y un merlot. Tener erecciones con firmeza grado cuatro a los 70 años. Mujeres multiorgásmicas con chichis operadas, silueta perfecta, aspecto eterno de veinteañeras y doctorado en energías renovables. Fiesta hasta el amanecer los Sábados y los Domingos en la mañana. Vitaminas que nos mantienen despiertos y activos. Niños que vayan a Kumon para ser matemagos, pero que al mismo tiempo sean excelentes deportistas, habilidosos con la tecnología, sociables y sensibles,  altos, guapos, con 200 mil seguidores en Twitter y que hablen tres idiomas para cuando cumplan seis años. Lo único que hemos logrado es sentirnos incompletos mientras preparamos generaciones de incompletitos.

Emmanuel del Real, talentosísimo músico, compositor y productor mejor conocido como Meme, de Café Tacvba, habló de esto ( o al menos esa es mi interpretación) en "El Borrego" tema que se incluyera en su disco de 1994, Re. " Y en las tocadas, la neta es el slam, pero en mi casa si le meto al tropical", decía Meme con voz gruesa. El deseo de agradar a los demás es más fuerte que el de agradarnos a nosotros mismos. El slam, como la imagen que necesitamos mostrar, contra el tropical, nuestro verdadero ser.

Por lo pronto y al menos por hoy intentaré olvidar de mi abdomen, de mi auto, del cine de arte y de Coachella; me quedaré lejos del slam y me iré a casa a escuchar tropical. Suena imposible, pero tal vez eso sea lo único que necesito hacer y tener."

No les parece que tiene poca o mucha razón? Bueno eso cada quien lo decidirá, ya saben todo depende del cristal con que se mira. Y ahí se los dejó, esperando que les guste y si no les gusta; que al menos lo hayan leído ya será mucha ganancia.



-Leto.

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